Las semillas de lino son una fuente excelente de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y omega 6, fibra soluble e insoluble, vitamina E y vitaminas del grupo B y minerales, fundamentalmente: yodo, hierro, zinc, manganeso, silicio, cobre, níquel, fosforo y cromo que aportan los siguientes beneficios:
Ayudan a controlar el nivel de colesterol en sangre, gracias a los ácidos grasos poliinsaturados y a la fibra, lo que previene la aparición de patologías cardiovasculares.
Gracias a su contenido en fibra, se reduce la absorción de glucosa, lo que las hace apto para diabéticos.
Evita el estreñimiento ya que regula el transito intestinal y facilita la eliminación de tóxicos por su alto contenido tanto insoluble como soluble. También ayudan a saciar el apetito y por eso son útiles en regímenes de adelgazamiento.